¿No eres persona hasta que no te tomas el café de la mañana?

¿Eres de esas personas que siente que no es persona hasta que no se toma su café de la mañana?

Pues un posible motivo pudiera ser que padecieras déficit de movimiento, y no déficit de cafeína.

Compartimos aquí un curioso estudio para reflexionar al respecto.

El estudio es limitado, eso sí, fue hecho solamente con 18 mujeres, pero no deja de ser interesante. Este es el enlace en inglés: Stair walking is more energizing than low dose caffeine in sleep deprived young women.

En un grupo de mujeres universitarias con falta crónica de sueño, comprueban que tiene un efecto más energizante subir escaleras durante 10 minutos a intensidad baja o moderada que una dosis baja de cafeína (más o menos la equivalente a tomar un espresso).

Por lo tanto, si duermes lo suficiente y aun así te levantas sin ser persona hasta tomar el café, ¿pudiera ser que igual tu cuerpo no tuviera déficit de cafeína, sino más bien déficit de movimiento?

Ojo, esa sensación de no ser persona puede ser debida a otros factores, como no dormir lo suficiente, que por obvio que sea no le prestamos a veces la suficiente atención, o, aun durmiendo lo suficiente, esa sensación puede ser debida el estrés, a tener fatiga adrenal o crónica, a la falta de exposición al sol o al aire libre a primera hora del día y sobreexposición a la luz artificial de noche, a tener alguna infección no resuelta o a padecer inflamación crónica de bajo grado, por ejemplo, pero no es tan descabellado pensar que la falta de movimiento pueda ser una de las causas de esa falta de energía al empezar el día.

Nosotros llamamos movitalidad a esa vitalidad que sólo el movimiento te da. Y si ese movimiento está repartido a lo largo de todo el día, más vitales nos sentiremos.

Si quieres empezar el día siendo persona, empieza el día en movimiento. Y si es al aire libre, un paseo por ejemplo, pues mejor aún, estaremos sumando al efecto energizante del movimiento la activación natural del cortisol debido a la exposición a primera hora a la luz solar, que incluso en días nublados es más beneficiosa que la luz artificial. Y luego, si te apetece, tómate un café, pero por el hecho de disfrutarlo, no para volverte persona.