8 semanas de régimen intensivo de yoga (2 horas diarias, 5 días a la semana, con una intervención de mente y cuerpo), alivia los síntomas físicos de la artritis reumatoide y la angustia psicológica que suele acompañar la enfermedad.
¿Quiere esto decir que solo el yoga sería efectivo en casos así? Pues a buen seguro que no, otro tipo de intervención de mente y cuerpo basada en el movimiento, la respiración y la relajación muy posiblemente también serían efectivas.
Ya lo comentamos en un artículo anterior de nuestro blog, El ejercicio como medicina: existe evidencia para prescribir ejercicio físico como terapia en 26 enfermedades crónicas diferentes, entre las cuales se encuentra la artritis reumatoide.
Como señalan en este artículo de Medical News Today, Just 8 weeks of yoga benefit rheumatoid arthritis, la recuperación de los pacientes con artritis reumatoide depende de varios factores físicos y psicológicos, aparte del tratamiento farmacológico.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica para la que no hay cura empleando solamente el tratamiento farmacológico y que suele venir acompañada no solo de síntomas físicos, sino también de síntomas psicológicos como pude ser incluso la depresión.
La Dra. Rima Dada y su equipo, en La India, se preguntaron si una intervención de mente y de cuerpo basada en el yoga podría aliviar los síntomas depresivos de la artritis reumatoide y ayudar a lograr la remisión de esta enfermedad crónica.
Los científicos dividieron a 72 pacientes que padecían artritis reumatoide en dos grupos, uno que continuó solamente con la medicación y otro al que se añadió a la medicación la práctica intensa de yoga durante 8 semanas (2 horas diarias, 5 días a la semana).
Tras la intervención, el grupo que había añadido la práctica de yoga mostró mejoras en los marcadores de neuroplasticidad, inflamación, salud celular y envejecimiento celular, como el estrés oxidativo, además de una reducción significativa de la depresión.
Como concluye la doctora, «nuestros hallazgos muestran mejoras medibles para los pacientes en el grupo de prueba, lo que siguiere un papel inmunorregulador de la práctica del yoga en el tratamiento de la artritis reumatoide».
8 semanas de régimen intenso de yoga (movimiento, respiración y relajación) producen mejoras a nivel celular, mejoras en la respuesta inmune y en la inflamación, por lo que no parece mala idea en absoluto introducirlo como parte del tratamiento de una enfermedad autoinmune inflamatoria. Yoga u otra actividad física adaptada y enfocada también en el movimiento, la respiración y la relajación.
Visto desde otro ángulo y aventurándonos, se podría decir que la falta de movimiento igual puede ser una de las causas o detonantes de esta enfermedad autoinmune, al menos en algunos casos, y que una parte fundamental del tratamiento debiera ser eliminar la causa, es decir, empezar a moverse frecuentemente.
Como en la mayoría de las enfermedades crónicas autoinmues, la falta de movimiento no sería la única causa y tampoco sería ni mucho menos lo único a tratar, pero cada vez parece más evidente que es uno de los factores indispensables a tratar, dentro de un tratamiento integral y global.
Si esta actividad física es efectiva como parte del tratamiento, también lo es como medida primaria de prevención.
Como decimos siempre, todo nuestro espera que nos movamos para poder funcionar adecuadamente en términos de salud.